Acné y Alimentación (Segunda Parte)

Acné y Alimentación (Segunda Parte) 65

Son muchas las personas que acuden a internet en busca de información sobre cómo tratar su acné, y a menudo damos con remedios inútiles que en el mejor de los casos sólo consiguen hacernos gastar tiempo y dinero, sino es que empeoran el problema.

Tratar el acné no es algo sencillo, y es fundamental en primer lugar, conocer las causas que lo originan: desórdenes hormonales, problemas alimenticios, inadecuada higiene o productos, etc. Pero, independientemente de cuál sea esta causa y el tratamiento que el especialista nos indique para abordarla, la alimentación puede jugar un papel a favor a la hora de mejorar esta condición.

Si aún no has leído la primera parte de este artículo (alimentos que influyen en la aparición del acné), te recomendamos que lo hagas primeramente, ya que ahí conocerás, en primer lugar, en qué consiste realmente esta afección y posibles hábitos alimenticios que la empeoran. En este artículo vamos a analizar algunos nutrientes con probadas evidencias científicas a la hora de mejorar el acné.

RELACIÓN ADECUADA DE ÁCIDOS GRASOS OMEGA 3 Y 6:

Como vimos en la parte 1 de este artículo, el desequilibrio entre los ácidos grasos omega 3 y 6 que se da hoy día en las dietas occidentalizadas es un aspecto que se ha relacionado con el desarrollo del acné inflamatorio. Por tanto, es de imaginar que mantener una relación adecuada en la ingesta de ácidos grasos omega 3 y 6 (en torno a 1-4:1) puede mejorar esta condición.

Además, la investigación ha demostrado que algunas afecciones de la piel como el eccema, el acné y la psoriasis están relacionados con anormalidades en el metabolismo de los ácidos grasos esenciales (1). Por ejemplo, se ha demostrado que los pacientes con acné tienen bajos niveles de ácido linoleico en los lípidos de la superficie de la piel, un ácido graso omega 6 esencial y componente estructural de las ceramidas de la piel (2).

  • En este estudio realizado con mujeres (3), se encontró que la suplementación con 2,2g de aceite de linaza o de borraja durante 12 semanas tenía beneficios para la piel. En concreto, la hidratación de la piel aumentó significativamente, la pérdida de agua transepidérmica disminuyó y se observaron mejoras importantes en la formación de escamas, rugosidad y enrojecimiento. Esto es debido a que el aceite de borraja tiene altos niveles de ácido linoleico y gamma-linolénico, y el aceite de linaza tiene altos niveles de ácido alfa-linolénico y ácido linoleico, y como hemos visto anteriormente, las personas propensas al acné son deficientes en estos ácidos grasos específicos.

FUENTES DE OMEGA 3:

Algunas fuenas fuentes dietéticas de omega 3 son:

  • Nueces
  • Semillas de chía
  • Aceite de hígado de bacalao
  • Yemas de huevo
  • Pescados grasos (caballa, salmón, atún, sardinas, anchoas, trucha…)
  • Aceite de lino
  • Carne de vacuno
  • Semillas de lino y cáñamo

VITAMINAS A Y D:

Las vitaminas A y D también realizan funciones de gran importancia para la salud de la piel.

¿Recordáis que uno de los factores causantes del acné era la hiperqueratinización?, pues bien, los estudios han demostrado que estas vitaminas tienen «efectos antiproliferativos» en la piel. (4, 5, 6), es decir, que frenan el crecimiento acelerado de las células de la piel.

Además, las vitaminas A y D son el primer grupo de sustancias que han demostrado actuar como hormonas cutáneas, ayudando a regular los defectos en la biología de las células de la piel.

Es por ello que la vitamina A y sus metabolitos naturales han sido aprobados como medicamentos para el tratamiento tópico y sistémico de acné leve a moderado y severo, el envejecimiento cutáneo biológico, y el sarcoma de Kaposi entre otras afecciones. Del mismo modo, debido a su actividad sobre el crecimiento de los queratinocitos, los análogos de la vitamina D son utilizados para el tratamiento de la psoriasis (7).

Por otra parte, se ha demostrado que un déficit de vitamina A, afecta dramáticamente la biología cutánea, ya que la piel seca, el cabello seco y las uñas quebradizas, se encuentran entre las primeras manifestaciones de la deficiencia de esta vitamina (8). Esto es perjudicial para el acné, ya que la piel seca es menos capaz de curarse a sí misma.

Por el contrario, los niveles altos de vitamina A en el organismo han sido asociados con un pH más bajo y un menor contenido de sebo en la piel, ambos, factores que ayudan a reducir el acné (9).

FUENTES DE VITAMINA A Y D:

La principal forma de obtención de vitamina D es a través del Sol, ya que nuestro organismo la sintetiza en la piel a través de la luz solar. En la alimentación, esta vitamina se obtiene principalmente mediante el consumo de peces como salmón, caballa, sardinas…

Respecto a la vitamina A, cabe destacar que el retinol (vitamina A), los carotenoides (provitamina A) y los retinoides (metabolitos de la vitamina A) se absorben mejor con la ingesta paralela de aceites vegetales. (10, 11, 12)

Algunas buenas fuentes dietéticas de vitamina A son:

  • Hígado de vaca
  • Aceite de Ghee
  • Hígado de pollo
  • Aceite de hígado de bacalao
  • Yema de huevo
  • Salmón

Respecto a los carotenos, estos se encuentran principalmente en alimentos vegetales como las zanahorias, grelos, repollo, berro, espinacas, pimiento rojo, tomates, etc.

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VITAMINA E:

La vitamina E, es otra de las principales vitaminas liposolubles que se encuentran en la piel, especialmente en el estrato córneo facial.

Existen evidencias de que la vitamina E se suministra a la piel mediante la secreción de las glándulas sebáceas. Este mecanismo puede servir para proteger los lípidos de la superficie de la piel y el estrato córneo superior de la oxidación nociva (13), lo que podría reducir el acné inflamatorio, debido a que la oxidación de los lípidos favorece el estado inflamatorio de la enfermedad.

Bien, ya sabemos que la vitamina E actúa como antioxidante y que su aumento en el sebo humano puede reducir el acné inflamatorio. La pregunta es ¿conseguiremos mayores niveles de vitamina E en la piel mediante la suplementación dietética de la misma? la investigación ha demostrado que si (14).  Como vemos en este estudio, tras 14-21 días de suplementación con acetato de tocoferol, 24 voluntarios aumentaron sus niveles de vitamina E en el sebo de la piel.

ZINC:

Las primeras manifestaciones del déficit de zinc son problemas de la piel como dermatitis, alopecia, acné, eccema, sequedad y escamación (15), lo que ya nos puede dar una idea acerca de la importancia de este mineral en la salud de la piel.

Sin embargo, y aunque el zinc se ha usado ampliamente tanto tópica como sistémicamente para el tratamiento del acné vulgar, el tratamiento con zinc oral presenta ciertas complicaciones como náuseas, vómitos y diarreas con frecuencia (16, 17).

En los estudios realizados hasta el momento, se ha encontrado que el uso de zinc oral es más útil para el tratamiento del acné severo que moderado, del mismo modo, el gluconato de zinc oral se ha encontrado útil en el manejo del acné inflamatorio (18, 19)

El mecanismo exacto del zinc en el tratamiento del acné sigue aun sin estar claro. Se considera que actúa directamente sobre el equilibrio inflamatorio microbiano y facilita la absorción de antibióticos cuando se usa en combinación con estos. Otro posible beneficio del zinc en el tratamiento del acné es la supresión de la producción de sebo por su actividad antiandrogénica (20).

A día de hoy, se necesita más evidencia clínica y experimental para determinar la eficacia de este modo de tratamiento. Solo después de realizar estudios adecuados sobre su eficacia y seguridad, se pueden formular las pautas o recomendaciones de tratamiento con de zinc.

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BIBLIOGRAFÍA:

1. Essential fatty acids in clinical dermatology. Horrobin DF1. J Am Acad Dermatol. 1989 Jun;20(6):1045-53.

2. Essential fatty acids and acne. Downing DT, et al. J Am Acad Dermatol. 1986 Feb;14(2 Pt 1):221-5.

3. Intervention with flaxseed and borage oil supplements modulates skin condition in women. De Spirt S, et al. Br J Nutr. 2009 Feb;101(3):440-5. doi: 10.1017/S0007114508020321. Epub 2008 Sep 2.

4. Antiproliferative effect of vitamin A and D analogues on adult human keratinocytes in vitro. S. Popadic, Z. Ramic, L. Medenica, M. Mostarica Stojkovic, V. Trajković, D. Popadic. Skin Pharmacol Physiol. 2008; 21(4): 227–234. Published online 2008 May 29. doi: 10.1159/000135639

5. Ligand Activation of Peroxisome Proliferator-Activated Receptor-β/δ Inhibits Cell Proliferation in Human HaCaT Keratinocytes. Michael G. Borland, Jennifer E. Foreman, Elizabeth E. Girroir, Reza Zolfaghari, Arun K. Sharma, Shantu Amin, Frank J. Gonzalez, A. Catharine Ross, Jeffrey M. Peters. Mol Pharmacol. Author manuscript; available in PMC 2009 Nov 1. Published in final edited form as: Mol Pharmacol. 2008 Nov; 74(5): 1429–1442. Published online 2008 Aug 7. doi: 10.1124/mol.108.050609

6. Retinoic acid increases aquaporin 3 expression in normal human skin. Gaelle Bellemère, Otto Von Stetten, Thierry Oddos. J Invest Dermatol. 2008 Mar; 128(3): 542–548. Published online 2007 Oct 18. doi: 10.1038/sj.jid.5701047

7. Vitamins as hormones. J. Reichrath, B. Lehmann, C. Carlberg, J. Varani, C. C. Zouboulis Horm Metab Res. 2007 Feb; 39(2): 71–84. doi: 10.1055/s-2007-958715.

8. The relationship of diet and acne: A review. Apostolos Pappas. Dermatoendocrinol. 2009 Sep-Oct; 1(5): 262–267.

9. Human skin condition and its associations with nutrient concentrations in serum and diet. Boelsma E, et al. Am J Clin Nutr. 2003 Feb;77(2):348-55.

10. Influence of dietary fat on beta-carotene absorption and bioconversion into vitamin A. Judy D. Ribaya-Mercado. Nutr Rev. 2002 Apr; 60(4): 104–110.

11. Mechanisms of digestion and absorption of dietary vitamin A. Earl H. Harrison. Annu Rev Nutr. 2005; 25: 87–103. doi: 10.1146/annurev.nutr.25.050304.092614

12. Carotenoid absorption from salad and salsa by humans is enhanced by the addition of avocado or avocado oil. Nuray Z. Unlu, Torsten Bohn, Steven K. Clinton, Steven J. Schwartz. J Nutr. 2005 Mar; 135(3): 431–436.

13. Sebaceous gland secretion is a major physiologic route of vitamin E delivery to skin. J. J. Thiele, S. U. Weber, L. Packer. J Invest Dermatol. 1999 Dec; 113(6): 1006–1010. doi: 10.1046/j.1523-1747.1999.00794.x

14. Oral supplementation with all-Rac- and RRR-alpha-tocopherol increases vitamin E levels in human sebum after a latency period of 14-21 days. Swarna Ekanayake-Mudiyanselage, Klaus Kraemer, Jens J. Thiele. Ann N Y Acad Sci. 2004 Dec; 1031: 184–194. doi: 10.1196/annals.1331.017

15. The Role of the Slc39a Family of Zinc Transporters in Zinc Homeostasis in Skin. Bin BH, Hojyo S, Seo J, Hara T, Takagishi T, Mishima K, Fukada T. Nutrients. 2018 Feb 16;10(2). pii: E219. doi: 10.3390/nu10020219.

16. Zinc sulfate in acne vulgaris. V. M. Weimar, S. C. Puhl, W. H. Smith, J. E. tenBroeke. Arch Dermatol. 1978 Dec; 114(12): 1776–1778.

17. Unacceptable side-effects of oral zinc sulphate in the treatment of acne vulgaris. W. J. Cunliffe. Br J Dermatol. 1979 Sep; 101(3): 363.

18. Multicenter randomized comparative double-blind controlled clinical trial of the safety and efficacy of zinc gluconate versus minocycline hydrochloride in the treatment of inflammatory acne vulgaris. B. Dreno, D. Moyse, M. Alirezai, P. Amblard, N. Auffret, C. Beylot, I. Bodokh, M. Chivot, F. Daniel, P. Humbert, et al. Dermatology. 2001; 203(2): 135–140.

19. Efficacy and safety study of two zinc gluconate regimens in the treatment of inflammatory acne. J. Meynadier. Eur J Dermatol. 2000 Jun; 10(4): 269–273.

20. Zinc Therapy in Dermatology: A Review. Mrinal Gupta, Vikram K. Mahajan, Karaninder S. Mehta, Pushpinder S. Chauhan. Dermatol Res Pract. 2014; 2014: 709152. Published online 2014 Jul 10. doi: 10.1155/2014/709152

Thais Aranda

Dietista – Nutricionista en Granada